La Policía de Florida ha confirmado el arresto de un hombre el domingo en las cercanías de un campo de golf donde se encontraba el expresidente estadounidense Donald Trump, durante un mitin del candidato.
La detención se produjo después de que el Servicio Secreto detectara al individuo portando un r1fle AK-47 con mira telescópica, presuntamente con la intención de at4c4r al candidato republicano. El sheriff Ric Bradshaw, en una rueda de prensa, detalló que el sospechoso también llevaba dos mochilas y una cámara GoPro.
La intervención de las fuerzas de seguridad se facilitó gracias a un testigo que capturó fotografías de la matrícula del vehículo del sospechoso. El arresto se efectuó en la carretera poco después de que el individuo intentara huir en una camioneta negra.
Tres agentes del orden comunicaron a AP bajo condición de anonimato que el hombre detenido como sospechoso en este incidente reciente, podría ser el nombrado Ryan Wesley Routh. Lo mismo confirmó Fox News, citando a sus fuentes policiales.
El Servicio Secreto observó al hombre a una distancia de entre 300 y 500 metros de Trump, quien estaba en el campo de golf. La Oficina Federal de Investigación (FBI) ha calificado el incidente como un aparente intento de ases1n4t0 y ha iniciado una investigación para esclarecer el hecho.
Durante la conferencia de prensa, se informó que el campo de golf estaba rodeado de arbustos, lo que complicó la visibilidad del sospechoso. La seguridad en la zona, ajustada a los estándares del Servicio Secreto, actuó según los protocolos establecidos. Trump, en un comunicado, aseguró que se encuentra bien y no ha sido her1do, y agregó que no permitirá que nada lo detenga.
Este incidente se produce tras un intento de ases1n4to previo el 13 de julio en Butler, Pensilvania, donde un joven de 20 años disp4ró contra Trump durante un mitin. El agres0r fue ab4t1d0 por el Servicio Secreto y una persona del público fallec1ó a causa de una b4la. Este evento llevó a la dimisión de la directora del Servicio Secreto en ese momento, Kimberly Cheatle, quien reconoció el incidente como el mayor fallo operativo de la agencia en décadas.
Desde entonces, el Servicio Secreto ha reforzado la seguridad de Trump, incluyendo medidas adicionales como el uso de pantallas de vidrio blindado en sus eventos al aire libre. Actualmente, Trump se encuentra en su mansión de Mar-a-Lago tras el incidente.