La ciudad de Araguanã, en Maranhão, Brasil, fue golpeada por una trágica noticia en la noche del domingo (23). Samuel, un niño de aproximadamente 2 años, murió después de atragantarse con una semilla de pitombá alrededor de las 7 p.m.
El caso conmovió a la población local y sirve como advertencia sobre el cuidado que deben tener los padres y tutores al ofrecer alimentos a niños pequeños.
Según reportes, Samuel se encontraba comiendo la fruta típica de la región cuando accidentalmente inhaló el hueso, lo que le provocó atragantarse.
La familia, desesperada, intentó ayudarlo, pero, dada la gravedad del caso, fue llevado al hospital municipal de Araguanã ya en estado cianótico. Debido a la gravedad de la situación, fue necesario trasladarlo al Servicio Público de Salud (SESP) en Zé Doca. Desafortunadamente, el niño no sobrevivió y murió después de llegar al hospital.
El caso de Samuel refuerza la importancia de tener especial cuidado con los niños pequeños durante las comidas. Las frutas con semillas, como la pitomba, las uvas y otras, deben servirse sin semillas y, preferiblemente, cortadas en trozos pequeños para evitar accidentes.
Los niños menores de 3 años son más vulnerables a la asfixia, ya que aún no tienen la coordinación completa para masticar y tragar alimentos sólidos.
Los profesionales sanitarios advierten que el atragantamiento es una de las principales causas de accidentes domésticos que afectan a los niños y puede provocar la muerte en apenas unos minutos.
La maniobra de Heimlich, técnica de primeros auxilios para despejar las vías respiratorias, se recomienda en casos de atragantamiento, pero es fundamental que los responsables busquen orientación profesional para aprender a realizarla correctamente.
La muerte de Samuel dejó a familiares, amigos y vecinos en una profunda tristeza. La familia, que vive en Araguanã, es muy conocida en la región, y la pérdida del niño conmovió a todos los que siguieron el caso. «Es un dolor indescriptible. Samuel era un niño lleno de vida y su partida deja un vacío enorme», expresó emocionado un familiar.
El incidente sirve como advertencia a todos los padres y cuidadores sobre la importancia de supervisar a los niños durante las comidas y evitar ofrecer alimentos que puedan suponer un riesgo de asfixia. La prevención es la mejor manera de evitar tragedias como ésta, que lamentablemente terminó en pérdidas irreparables.
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