Moca- Óscar José Ureña, conocido en su entorno como “Boca”, no pudo contener las lágrimas en el Palacio de Justicia de Moca mientras enfrentaba la audiencia donde se le impuso medida de coerción por su presunta vinculación con la desaparición del taxista Alfred Joel Fernández.
Con visible angustia, el imputado confesó haber participado en la venta de sustancias ilícitas junto a los prófugos implicados en el caso, aunque se apresuró a aclarar que su única intervención directa fue la entrega de un cuchillo a estos individuos.
En su declaración, aseguró que no mantiene contacto con ellos y que su rol en los hechos ha sido malinterpretado.
El tribunal evaluó los elementos presentados por el Ministerio Público, quienes sostienen que Ureña desempeñó un papel clave en la trama que llevó a la desaparición de Fernández.
A pesar de sus afirmaciones de desvinculación, los investigadores consideran que su colaboración con los prófugos refuerza la hipótesis de una planificación previa al suceso.
Familiares de la víctima se mostraron visiblemente conmovidos durante la audiencia, mientras que el acusado, entre sollozos, insistía en su inocencia parcial.
La comunidad sigue atenta al desarrollo del proceso, esperando que se esclarezcan los hechos y que las autoridades den con el paradero del taxista.


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